A medida que recorren el hielo
marino del Ártico, los osos polares se asoman por las grietas que hay en el
hielo, a fin de tratar de encontrar focas, su alimento favorito. Casi todo el
sustento de los osos proviene del mar e incluye focas, peces y hasta ballenas
varadas. El hielo marino flotante es una perfecta vía para que estos úrsidos
puedan obtener comida. Desafortunadamente, cada año va disminuyendo en forma
progresiva la cantidad de hielo flotante de la región Ártica.
El hielo se está derritiendo a
medida que la Tierra se va calentando. En las próximas dos décadas, es posible
que durante el verano ya no haya hielo marino en el océano Ártico. Los pedazos
de hielo marino se reducen cada vez más y se alejan más. Los osos polares deben
nadar cada vez mayores distancias a través del océano Ártico -se han calculado
hasta más de 60 millas- para ir de un trozo de hielo a otro. Tanto así, que
inclusive han llegado a Islandia.
Los osos polares tienen
adaptaciones que les ayudan a pasar gran parte del tiempo en el agua. Su cuerpo
es aerodinámico para el nado y tiene una gruesa capa de grasa que los mantiene
calientes. Asimismo poseen pequeñas telas entre los dedos de sus patas, que les
permiten nadar mejor. Están clasificados como mamíferos marinos, aun cuando no
vivan en forma permanente en el agua, tal como las ballenas, delfines,
manatíes, etc. Sin embargo, y a pesar de las adaptaciones que los hacen
excelentes nadadores, ya han sido hallados osos polares ahogados, víctimas del
agotamiento debido a las cada vez mayores distancias que deben recorrer para
alcanzar bancos de hielo.
Los osos polares se están
desplazando hacia la costa norte de Alaska debido al derretimiento del hielo marino,
el cual ya no se conecta con la costa. Con menor cantidad de hielo marino, los
osos ya no pueden cazar con la misma frecuencia. En ocasiones, tienen que comer
animales terrestres, como renos y bueyes almizcleros. De igual modo,
científicos han observado que los osos pesan mucho menos de lo que solían
pesar, y que los cachorros de esta especie en la costa norte de Alaska tienen
pocas probabilidades de sobrevivir.
Se trata de la primera vez que
una especie es añadida a la lista de Especies en Peligro de Extinción a causa
del calentamiento global. Para comprender mejor cuán angustiosa es la situación
para los osos polares, el Servicio de Peces y Fuegos de los EEUU pidió a la
Encuesta Geológica de los EEUU investigase con qué rapidez se está derritiendo
el gélido hábitat de los osos. Según sus informes, para mediados de este siglo,
el hielo del mar que se está derritiendo dará lugar a la pérdida de cerca de
dos tercios de la población actual de osos polares.
Artículo de Rodolfo Sánchez Ochoa
Cedido gentilmente por la Web de
Carivano
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